Amar, celos,
Ceniza y fuego
Dolor y pecado
Todo esto existe
Todo esto es triste
Todo esto es fado.
Todo esto es fado. Amalia Rodríguez.
Aun no encuentro una explicación que me convenza acerca del reducido éxito y escasa popularidad entre la gente de a pie de una música tan llena de sentimiento como son los fados. Los fados, máximos representantes de la música portuguesa, viven un presente de relativo desconocimiento, reduciendo toda su manifestación hacia sectores demasiados reducidos de la sociedad no solo mundial, sino también de la propia Portugal, que parece hallarse en un momento de extraño rechazo frente a todos los sentimientos que acompañan a esas voces de tono melancólico y triste que exponen mediante la fuerza desgarradora de sus palabras, toda una reflexión sobre la soledad y la falta alegría al echar la vista atrás y recordar, un recuerdo hiriente y difícil de digerir en el que encuentran la pieza fundamental para sus canciones.
Son temas que parten de un cierto fatalismo, de una visión frustrante frente a contados momentos de la vida, una perspectiva en definitiva, que no buscaba más que un medio a través del cual llorar con sus recuerdos, una simple salida con la que dar rienda suelta a todo aquello que les oprimía.
Cantado en su gran mayoría por una sola voz acompañada de una viola, El Fado se sirve de la música para hacer poesía de estética sobria y apagada a raíz de todos los componentes que lo convierten en un género de lamento y de expresión del mismo. Es por ello que, a pesar de la poca popularidad que cuenta, hacen que El Fado sea un estilo elegante al tiempo que contundente en su contenido provocando toda una serie de sentimientos en quien los oye, que desde el momento en el que comienza la primera nota no podrás más que abandonarse a unos sonidos que atrapan por su magia.
2 comentarios:
Es normal que la gente quiera rechazar el fado, en tanto que identifica a una sociedad, la portuguesa, con sentimientos negativos como la saudade, tópico con el que nadie querría que lo relacionaran... Pero para desterrar el tópico de los portugueses tristes y melancólicos no creo que sea necesario acabar o desprestigiar una música tan profunda, necesaria como catarsis nacional y comunicativa, sino que puede simplemente, renovarse, con nuevas voces, nuevos públicos y nuevas fronteras...
Hola!
Pues, yo no comparto con esa idea de que la gente rechaza el fado, incluso en Portugal. Hoy por hoy, creo que ya pasámos esa fase y estamos viviendo una época de resurgimiento artístico, con una nueva generación muy activa y de cualidad. Se escucha en la tele, en la radio, en conciertos y en concursos de fado.
Si queréis descubrir un poco más sobre la música portuguesa...
http://sonsvadios.blogspot.com
www.blogoteca.com/lusofonias
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