lunes, 8 de noviembre de 2010

SOBRE LO BELLO DE LA MUERTE



Es extraño escribir sobre una película de la que sales impactada y en parte, no sabes muy bien porqué. Como si tuvieses que conocer la filmografía entera de su director para entenderla en su plenitud, sales extasiada por la maravillosidad que rodea a ese tema por el que te has sentido siempre tan atraída, la muerte. Sin embargo, también sales algo perdida por entre toda la simbología de la que has podido captar las más básicas referencias de un director que a pesar de sus 101 años, aún tiene mucho contar.

Todo un cúmulo de circunstancias me llevaban a pensar que el filme en el que me iba a introducir iba a dejarme perpleja, pero nunca imaginé hasta qué punto. El extraño caso de Angélica es una de esas películas que cuando sales del cine quieres asimilar en silencio. Quieres hacer un rememoración de cada uno de los fotogramas y tratar de encontrarle el significado apropiado a una serie de situaciones que no sabes muy bien cómo encajar. Sin duda, esta película, como gran parte de la cinematografía de Oliveira está contada mediante planos fijos que le permiten acentuar más si cabe la locura del personaje, obsesionado no sólo con la muerte sino con la belleza y la corruptibilidad de la misma.

El extraño caso de Angélica cuenta la historia de un fotógrafo, Isaac, que en plena noche es llamado por una familia adinerada de una zona rural de Portugal para retratar a su hija recién fallecida, Angélica. Toda la vida del fotógrafo cambia en este justo instante en el que, a la hora de tomar la fotografía, la belleza aún impoluta de la fallecida parece volver a la vida, como si de un espejismo se tratase. Un espejismo muy bien traído a imágenes mediante el desenfoque de una cámara fotográfica al intentar captar la imagen. La dualidad producida por una cámara que intenta enfocar puede corresponderse a la falsa realidad que el protagonista vive en aquel momento, del que sale huyendo habiendo pues cambiado toda su vida. Es este un comienzo que desencadena toda una historia sobre la vida, la muerte, la belleza, el amor a la imagen, a la artesanía del arte en sí, asemejándolo a la forma tradicional del trabajo en el campo. Todo ello, contado de manera magistral como nos tiene bien acostumbrados su director a través de una fotografía excelente, unos diálogos que dicen mucho entremezclados con el arte fotográfico, realizando todo un homenaje a la creación fílmica mediante la reproducción fotográfica.

Referencias desde un primer momento al estancamiento social actual, a las preocupaciones por la muerte y la obsesión por el ideal de belleza que absorbe al protagonista. Referencias claras a los amantes de Chagal, incluyendo en la iluminación celestial en el que introduce a los protagonistas, etc. Hacen de esta película un maravilloso regalo en primicia del que hemos podido disfrutar en este nuevo festival de cine europeo de Sevilla. En definitiva, una de esas películas que te hacen seguir creyendo que el cine aún tiene mucho que dar.

jueves, 21 de octubre de 2010

LA SOBREVALORACIÓN DE LO SUPERFLUO.

Fotografía: Rocío Troya.

Son muchas las situaciones en las que comienzo a pensar en cuáles son los valores reales de una sociedad dominada por gritos y discusiones de temas banales en cualquier medio de comunicación. Vivimos en una sociedad donde a todos nos ha de importar lo ajeno, donde todos los niños tienen que ser bailarines o cantantes y replantearse lo que es el amor con apenas 12 años. Una sociedad que está totalmente viciada de imágenes violentas que ficcionan episodios reales cargados de crueldad.

Y mientras yo, veo ese juego desde fuera, como si no pudiese participar en esa falsa que se ha convertido la vida, en parte por repudiar todo ese juego cruel en el que ni siquiera me atrevo a entrar por miedo a acabar enganchada…porque como todos sabemos, la mente tiende a perderse por entre las vulgaridades del día a día por la complicación de enfrentarse realmente a uno mismo. El mayor miedo al que muchos nos enfrentamos por lo que podamos hallar, por lo que podamos descubrir dentro de nosotros mismos. Pensamientos imperdonables que día sí día no, nos persiguen de manera indiscriminada.

En un intento de escapar de todo ello, intentas cuidar tu persona tal y como te sientes sin esperar que nadie pueda meterse en lo que piensas, simplemente porque el problema está en la falta de un pacto dentro de uno mismo. Sin embargo, la reacción es la contraria, llegando a encontrar un exceso de positividad obligada que todos tenemos el deber de obtener. Esa sobrevaloración actual a una actitud positiva, que no es más que una manera de negar lo que ocurre realmente.

No juzguen los que lean este artículo que defiendo la negatividad o el desastre, todo lo contrario. Valoro la vida tal y como es vivida, con su variedad de momentos en los que no sea una actitud reprochable el reflexionar sobre lo que cada uno lleva dentro de sí. La tristeza, la disconformidad, son sentimientos tan válidos como el disfrutar de una mañana de verano junto a la persona más importante de tu vida. Por ello, ¿por qué tanto miedo a reconocer que los tienes?

lunes, 18 de octubre de 2010

TRISTE MOMENTO TRAS EL ÉXTASIS

Fotografía: Rocío Troya


Nunca supe cómo abordar esta temática. Gracias a un amigo, supe que era un sentimiento generalizado del ser humano e incluso de cualquier animal tras vivir un momento de completo éxtasis, un momento en el que con tan sólo segundos de diferencia nos encontramos en la cima y en la más completa oscuridad de un pozo en el que ni siquiera se vislumbra un poco de luz en alguna dirección.

Sensación injusta la de culpabilidad frente al momento en el que, de repente, te invade una gran necesidad de soledad, al tiempo que un ideal narcisista ocupa cada parte de tu mente. Mírame, piensas, me haces sentir contraria. Busco soledad y refugio, busco diversión y paz, busco perderme por entre lo que me ofreces, al tiempo que busco huir de toda aquella inmensidad que me asusta y me vacía. Y es que, es un instante en el que el blanco se tercia negro, y el negro en el apacible dolor que necesitas expresar justo en ese momento.

miércoles, 13 de octubre de 2010

COMENZAMOS NUEVA ETAPA


En resumidas cuentas, cada mañana volvemos a ser conscientes de que no es más que el transcurso de un tiempo pasado… que cada mañana al despertar no lo sumamos al tiempo vivido, lo restamos del tiempo que nos queda por vivir.

Por ello, no hay mejor aliciente que ganarle la batalla al tiempo a través de la permanencia de los recuerdos. Todo lo que guardes dentro de ti…jamás dejará de ser revivido.

Queda pues inaugurada una nueva etapa de este, mi pequeño espacio.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Conversaciones entreveladas


Imagina que sólo puedes pedir un solo deseo, ¿Cuál pedirías? Le comentó el genio a la pequeña. No lo sé, la verdad es que nunca me he puesto a pensar seriamente, qué podría elegir. Es difícil tomar esa decisión, porque solo es una, y ya nunca más podrás arrepentirte y volver atrás.

Diciendo estas palabras, la niña gritando dijo ¡Controlar el tiempo! ¡Eso es lo que quiero! Poder ir al pasado a revivir momentos, sin recurrir demasiado a las visitas del futuro, porque estropearía lo mejor de la vida, la incertidumbre ante lo que puedes vivir, y detendría el presente en aquellos momentos en los que la felicidad sea tanta, que no podamos evitar pararlo.

Trato hecho, dijo el Genio. Sólo que controlar el tiempo no va a hacer que cambie el curso de las cosas. Podrás recordar momentos buenos, volverás a ellos cada vez que quieras, pero no evitarás los malos. Las cosas suceden y seguirán siendo así.

Y la niña, sonriendo dijo…controlar el tiempo, es controlarlo todo, e inclusive que todo se vuelva negro, que todo para mí deje de existir, pero también, poder manter como presente cada caricia de los que sin saberlo han llenado mi vida.

Dedicado a mi pequeña, el poco tiempo compartido ha sido más que suficiente para querer revivirlo. infiinitamente. Echándote no sólo de menos, sino también en falta.