Quise pensar en alguien, con motivo de las inmensas ganas que me impulsan a seguir escribiendo en este espacio, que sobrepasase los límites de mi sorpresa y que, por si mismo, haya sabido cautivar en tan poco tiempo a una mente no demasiado madura para cada una de las reflexiones que puedan concentrarse en la obra del mismo.
Sin más preámbulos, y habiendo trabajado todos y cada uno de los escritos que podrían haber hecho grande este regreso, me quedo con él. Por ser pensador y escritor, por ser poeta y trasgresor, y por haber sabido transmitir su falta de fe con tan buen uso de la razón.
Con Georges Bataille, y la última de sus obras que he podido leer, La oscuridad no miente, tuve el inmenso placer de enfrentarme con unos pensamientos, que sin ser madurados en su totalidad fueron plasmados, conociendo solo así, como el ser humano comienza cuestionarse a si mismo y a todo lo que le rodea.
Una selección de ensayos forman un todo donde se deja relucir las convenciones, el desgaste de la rutina, la falta de moral en el entorno cristiano, todo ello, aliñado con toques de erotismo, haciendo así referencia a toda una serie de escritos eróticos que de vez en cuando firmaba con sobrenombres.
Así, con este nuevo nombre que recomiendo fervientemente, dejo abierta la puerta a todo aquel que busque no solo reflexiones de un autor, sino, el origen de las mismas, entiendo así su obra hasta la plenitud.
Disfrútenlo.
Sin más preámbulos, y habiendo trabajado todos y cada uno de los escritos que podrían haber hecho grande este regreso, me quedo con él. Por ser pensador y escritor, por ser poeta y trasgresor, y por haber sabido transmitir su falta de fe con tan buen uso de la razón.
Con Georges Bataille, y la última de sus obras que he podido leer, La oscuridad no miente, tuve el inmenso placer de enfrentarme con unos pensamientos, que sin ser madurados en su totalidad fueron plasmados, conociendo solo así, como el ser humano comienza cuestionarse a si mismo y a todo lo que le rodea.
Una selección de ensayos forman un todo donde se deja relucir las convenciones, el desgaste de la rutina, la falta de moral en el entorno cristiano, todo ello, aliñado con toques de erotismo, haciendo así referencia a toda una serie de escritos eróticos que de vez en cuando firmaba con sobrenombres.
Así, con este nuevo nombre que recomiendo fervientemente, dejo abierta la puerta a todo aquel que busque no solo reflexiones de un autor, sino, el origen de las mismas, entiendo así su obra hasta la plenitud.
Disfrútenlo.